miércoles, 10 de marzo de 2010

Ventanas


Hoy leyendo el blog de Mulholland, cuando habla de su gusto por las ventanas ajenas iluminadas me ha sorprendido, porque comparto también esa sensación y sobre todo me ha venido a la cabeza un recuerdo de hace ya más de diez años, cuando estando con una beca en Finlandia el grupo de españolitos que compartíamos esa experiencia nos fuimos unos días a Estocolmo.
Como manejábamos poco dinero y además el nivel sueco es, y en aquel momento sin moneda común ni siquiera, era muy superior. Allí estábamos los 8 compartiendo habitación de una pensión con sus 4 camas literas. Pues desde lo alto de una de ellas pegada a una ventana, donde yo dormía, se veía en el edificio de enfrente una maravillosa casa con enormes ventanales, dejaban ver el salón y otra sala, los recuerdo como espectaculares : suelos de madera, las paredes, los poquísimos muebles, el gran sofá todo blanco, una lámpara de araña increíble y un piano de cola negro, era desde luego de película y por allí corrían dos niñas rubias, ya se subían al sofá, se sentaban al piano, se tiraban al suelo, vamos que no paraban. Así me quedé durmiendo.

Esa visión se me quedó grabada, no sólo lo de mirar por una ventana-escaparate casa ajena (que le vamos a hacer soy un mirón) si no el verme allí inmerso en la cutrez de aquella pensión lejos de casa y tener delante el hogar perfecto…

Cuando viajo por Europa es algo que no deja de sorprenderme y maravillarme, las ventanas; ya sean de casas o bloques siempre son grandes y abiertas, unos perfectos escaparates que como mucho tapa algún fino visillo y como tales los decoran, adornos colgantes, macetas y velas son muy típicos. Además de admirarlas se me va la vista para ver si descubro algo que no debiera.

Así que ya sabéis, si paso cerca de vuestras casa echad las cortinas, o abrirlas de par en par según el punto de exhibicionista que tengáis… ;)

1 comentario:

  1. Wow, gracias por la alusión a mi blog, me siento sorprendido por esa reciprocidad ventanal jeje, a mí tambien me llama la atención esos ventanales en las ciudades del norte de Europa, dejando pasar la poca luz solar que tienen al año, sin importarles mostrar su nido a los demás, supongo que a todo se acostumbra uno.
    Bsos lumínicos

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